sábado, 9 de mayo de 2009

LA WEB///por que no uso tapabocas?????

¿Por qué no utilizo tapabocas?





Esto de la influenza me molesta, me tiene mal, me tiene al borde del hastío y todo por un asunto de salud pública mal manejado, pésimamente ubicado como una peste que no es tal y todo por distracción.
Ahora resulta que todos somo susceptibles de contraer la enfermedad del siglo sin siquiera saber a ciencia cierta de qué se trata. De pronto, los mexicanos somos el caldo de cultivo para cualquier experimento genético y los demás países, simples expectadores morbosos de un espectáculo donde ellos son invulnerables.
Pensarán que soy un egoísta, egocéntrico y valemadrista en esto. Pero estoy convencido que esto no es más que una gripe que en lugar de durar una semana, dura tres; que lo peligroso es la fiebre (¿que calentura no es mortal por definición?) que cuidándose y acudiendo al médico (con cualquier enfermedad deberíamos hacer eso), no pasará de un mal rato.
Sin embargo, ya catalogan el ponerse tapabocas como un ejemplo de civilidad y conciencia ciudadana. No es cierto. Es producto de paranoia fomentada por los medios de comunicación y orgános de salud oficiales que no han sabido manejar la información adecuadamente. Dan la información incompleta y de manera alarmista. El ponerse tapabocas es el gran fracaso de nuestro país como ejemplo de salud y prevención de enfermedades. Dirán que en otros países harían lo mismo, pero refuto: conocí de cerca la epidemía del Ebola y las medidas de higiene fueron las adecuadas, pero no llegaron a los niveles absurdos que llegan aquí.
¿Por qué no uso tapabocas? Por varios motivos: no sirve para nada. El tamaño de las ventanas de un tapabocas de médicos es de una micra, cuando el virus es la tercera parte de una micra -o sea, es como si entráramos a la puerta de un zaguán abierto-; el virus puede entrar por medio del osputo (que significa por saliva, estornudo, moco o por los ojos); es estacionario, no volatil (significa que es más fácil contagiarse en tu hogar, que en la calle); por último, porque me niego a usarlo porque estoy convencido que no sirve para prevenir.
Hace algunas horas, tuve una discusión en un banco porque no me dejaban entrar porque no tenía tapabocas. Discutí hasta el cansancio y me acusaron de todo: desde irresponsable hasta apátrida. Pero me salí con la mía y pude entrar al banco con tal de no hacer más escándalo. De todos modos no me salvé de las miradas inquisidoras de todos los presentes y solo esbozé una sonrisa socarrona.
No uso tapabocas porque es mi derecho a enfermarme o no, a desafiar las estupideces que dicen en la televisión y porque es mi derecho disentir de lo que es “Políticamente Correcto”.
La influenza porcina ya logró su propósito: enfermar el entendimiento de los mexicanos.

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